Rabu, 15 Februari 2017

Runas: Creación y Consagración

Para todos aquellos que disfrutamos haciendo manualidades, inventando, creando... la creación de nuestras propias herramientas mágicas es algo muy especial, pues no sólo depositamos toda nuestra energía e intención en la elaboración, sino que muchas veces el propio proceso de crear nos lleva a tener una serie de experiencias introspectivas muy interesantes que favorecen la comprensión y potencian el uso posterior de esa herramienta.

En esta ocasión quiero compartir la creación de mis primeras runas. Ya hacía años que tenía en mente crearlas y llevaba meses con diferentes manifestaciones de que tenía que trabajar con madera, pero no ha sido hasta ahora que he sentido que debía hacerlas. Curiosamente tenía una rama seca de fresno que recogí el año pasado y la guardé para algún día (o algún año) poder crearlas a partir de ella.

Realmente hay muchas formas de fabricarlas, en piedra, en madera, en cristales...
Yo tomé la rama de fresno y la corté en rodajitas, después las lijé bien y les hice los surcos de los símbolos rúnicos con un “cutter”. Para quien no esté acostumbrado al manejo del cutter no lo recomiendo, pues hay que hacer mucha fuerza y es muy fácil que salga disparado cortándonos con ese filo tan sumamente afilado, pero bueno, yo llevo años haciendo pequeñas tallas en madera con esta herramienta... ¡y unas cuantas cicatrices también! Quizás con una gubia en forma de “V” puede resultar más fácil en maderas blandas (en las ferreterías suelen tener juegos de gubias), o con una herramienta de grabar tipo “Dremel” (aunque en la que yo tengo la punta no se mantiene lo suficientemente inmóvil como para hacer trabajos muy finos). También si la madera es de pino, que es muy blandito, con un simple lápiz se puede dibujar apretando fuerte, quedando de esta forma la incisión. En este caso el lápiz podría ya ser del color que se quiera pintar el símbolo o simplemente pintarlas después con el pigmento que cada uno estime más adecuado para su trabajo.
Es importante tener en cuenta que si se cortan rodajas de una rama fresca es probable que éstas se agrieten con mayor facilidad.

En las imágenes se ven las rodajas en bruto, la inestimable contribución de mi querido compañero Panchito, siempre presente y dejando su “huella mágica”, la incisión con el cutter y por último el pirograbado.

Una vez grabadas se procede a pintarlas. Mi idea original era pintarlas con sangre, pero cuando todo era propicio para ello y parecía que todo me indicaba que debía seguir adelante de esta forma, de pronto empecé a tener muchas dudas al respecto, no por el uso en sí de la sangre, sino por lo que podría derivarse después... No tengo el conocimiento suficiente en la magia rúnica para hacerlas de esta forma (aún)... y de algún modo no me sentía “digna” como para hacerlo de esta forma tan contundente, así que decidí consultar con las propias runas qué podía hacer, todo y que no estaban aún consagradas, y lo que vi es que hacerlas con sangre implicaba una Iniciación en toda regla en el sendero nórdico, algo que quizás no me sentía preparada para iniciar sin profundizar antes un poco más sobre todo esto, así que finalmente opté por grabarlas con un pirograbador. Ni siquiera las pinté con algún tono ocre o rojizo, pues hubo bastantes señales de que el fuego era también una buena opción. Lo bueno de esto es que ninguna opción era incorrecta (al menos tal y como lo siento yo), simplemente una derivaba en una iniciación, posiblemente descontrolada, y la otra en un aprendizaje más lento, más en mi línea de indagar, interiorizar y después ir haciendo a medida que voy sintiendo.

Como ideas para el uso de pigmentos, se puede utilizar sangre seca molida, con algún aglutinante como el aceite de linaza, especialmente significativo en la rama nórdica, por la importancia que tuvo el lino en la historia de los pueblos norteños.
También puede usarse el ocre rojo en polvo, un pigmento natural utilizado desde tiempos inmemoriales y que siempre se usó como sustituto de la sangre.

Si se opta por pintarlas después es conveniente darles una capa protectora con algún tipo de aceite o cera natural o, en función de los gustos de cada cual, con aceites de tratamiento de maderas que además pueden darle un tono de color diferente. 
La ventaja del pirograbado en cambio es que no requiere de la incisión previa, ni del pintado y protección posterior.

Ritual de Consagración de las Runas:

Una vez fabricadas las runas procederemos a consagrarlas. De nuevo hay miles de formas, en función de la senda mágica, religión o necesidades que se tengan. Todo y que soy bastante contraria a utilizar fórmulas creadas por otras personas porque me gusta idear y crear los rituales como yo siento, en esta ocasión he amoldado una consagración que encontré y que me encantó. Sentí que era adecuada y muy parecida a lo que yo quería hacer. Además tomé ideas de la creación del círculo rúnico y el resultado fué la siguiente consagración:

  1. Purificación personal y del espacio de trabajo (como cada uno acostumbre).
  2. Enraizarnos, centrarnos y entrar en el estado adecuado para iniciar el ritual.
  3. Trazado del círculo (en la magia nórdica no trazan el círculo como tal, sino que hacen el círculo rúnico, mucho más largo y complejo).
  4. Invocación de los guardianes (por el momento no he visto asociaciones claras de elementos con puntos cardinales como para ubicar a los guardianes según la magia rúnica -además de que para ellos hay 5 elementos-, por lo que lo hice de la forma tradicional).
  5. Invocación de Guías, Ancestros o aquellos Seres que queramos que participen con nosotros. Yo en esta ocasión invoqué a dos Guías de los que he aprendido mucho este último año.
  6. Invocación de Dioses, en este caso a Odín, por otorgar a los humanos el conocimiento rúnico. En algunas fuentes recomiendan invocar también a Nerthus (o Eartha) como Madre Tierra y fuente de los materiales que se usarán. Yo sólo invoqué a Odín.
  7. En este momento tomamos cada una de las runas y realizaremos la consagración una a una. La forma que yo he realizado es la siguiente (parte adaptada de http://www.kindredirminsul.com):

a      Marcar el signo de la runa en nuestra frente.
b      Sostener la runa con ambas manos, ante la imagen de Odín y la vela que simboliza la presencia de la divinidad y decir:

Hija del Fresno (material con que se hayan hecho)
Yo clamo a tí, a tu poder,
Con el Önd (espíritu) te despierto,
Con el Odhr (inspiración) te inspiro,
Con La (forma), Laeti (movimiento) y Litr (salud) yo te animo.
Para tí fijo este nombre,
de ahora en adelante tú serás (nombre de la runa).

c   En ese momento, aún con la runa en nuestras manos, la presentamos de nuevo ante Odín, y cantamos el nombre de la runa como un mantra, girando a la vez, mostrando esa runa y su poder a todas las direcciones, a todas las fuerzas y entidades presentes. Realizar estos giros cantando tres veces con cada runa, resonando en los tres planos de existencia, sintiendo cómo la verbalización, el canto y el movimiento generan en ella una energía especial.
d  Cuando las 24 runas han sido consagradas, poner las manos sobre todas ellas y cantar “Ahhhhluuuu” (Así sea) y decir: “Ahora quedáis selladas y terminadas”.
e      Al finalizar guardarlas en una bolsita de cuero, o de fibras naturales como el lino o el algodón.

8      Despedir y agradecer a los dioses, seres, guardianes, elementales, etc.
9      Abrir el círculo. 

Observaciones finales:

Seguramente dentro de un tiempo, cuando haya profundizado más en la rama nórdica, habrá cosas que no veré adecuadas de todo este proceso, pero por el momento he necesitado mezclar una parte de la magia rúnica con otra parte de paganismo más de estilo celta o wiccano. Puede sonar muy ecléctico, pero prefiero actuar en función de las cosas que comprendo y siento, amoldando y cambiando poco a poco aquello que mi camino me vaya mostrando.

Las invocaciones resultaron muy emotivas... cada presencia se me manifiesta impulsandome de alguna forma y es sorprendente ver las sensaciones que se perciben con los guardianes, los guías... y la gran diferencia que hay con un Dios. Más que “diferencia” habría que hablar de “magnificencia”, de una energía que lo inunda todo.

También me gustaría destacar el hecho de que dentro de las consagraciones de cada runa, donde sentí el cambio más importante en ellas fué al verbalizar “de ahora en adelante tú serás...”. Siempre leí que el otorgar un nombre confiere vida y poder, pero realmente nunca lo había sentido y es algo que me ha sorprendido muy gratamente.

Todo lo que sucedió después fue algo muy mágico también, pues le pedí a Odín que si quería podía manifestarme algo y como yo no “veo”, ni “escucho” si no estoy meditando, todo lo que me llegó -y llenó- a partir de ese momento fué a través de movimientos. De pronto mis brazos se cargaron de energía y empezaron a moverse solos, formando lentamente un mensaje a través de símbolos rúnicos, algo que me impactó mucho, ya que estando plenamente consciente, podía sentir el impulso tan fuerte que culminaba siempre en una posición rúnica creada con los brazos y mi cuerpo. El mensaje queda guardado en mi alma y mi corazón, como una puerta abierta en mi lento camino espiritual, con profunda emoción, satisfacción y gratitud de saber que, al menos hoy, puedo seguir por esta senda.

Fuentes consultadas:
http://www.kindredirminsul.com/magia/crea-tus-runas

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